Apostolado

Nuestro apostolado principal consiste en inspirar, apoyar, formar, desarrollar y fortalecer el Movimiento de Schoenstatt; tanto de manera directa como indirecta. Todo lo que hacemos tiene un carácter apostólico, pues toda nuestra labor es llevada a cabo en la Iglesia y en el mundo por nuestra misión. Nosotras nos consideramos tan solo instrumentos en las manos de la Santísima Virgen.

Aquí enumeramos algunos de los campos de trabajo de las Hermanas:

Educación y formación de niñas, mujeres y familias

Algunas Hermanas están directamente dedicadas al trabajo con el Movimiento. Esto incluye especialmente la planificación y la conducción de retiros, campamentos y peregrinaciones, el acompañamiento en la formación a través de reuniones de grupo, la formación de líderes laicos del Movimiento y el ofrecimiento de recursos educativos y espirituales a través de medios de comunicación y publicaciones impresas.

Centros de formación

Dondequiera que María elije un lugar para establecer su Santuario de Schoenstatt, también crea centros de educación y renovación. Nuestras Hermanas ofrecen a los peregrinos y huéspedes un hogar natural y sobrenatural a través del trabajo en la sacristía, la cocina, el comedor, la casa, la oficina de recepción, la tienda de artículos religiosos y otras áreas.

Compromiso con las iniciativas apostólicas

Las Hermanas son responsables de varias iniciativas apostólicas en Schoenstatt. El apostolado de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, por ejemplo, es una iniciativa en la que los misioneros laicos llevan la imagen de la Madre Tres Veces Admirable a hogares, escuelas, hospitales, asilos, prisiones y otros ámbitos de la sociedad. Las Hermanas ayudan a coordinar este trabajo. Otras Hermanas trabajan para avanzar las causas de beatificación y canonización del Padre Kentenich y la Hermana M. Emilie, llevando su mensaje a círculos más amplios.

Proyectos sociales

En algunos lugares, nuestras Hermanas se encargan de proyectos sociales que ayudan a saciar las necesidades básicas de la gente como lo haría la Santísima Virgen. En la República Dominicana, por ejemplo, nuestras Hermanas dirigen un Centro de Nutrición para niños pequeños y escuelas vocacionales para estudiantes de secundaria y adultos. En México, nuestras Hermanas ayudan a coordinar y acompañar las iniciativas misioneras de la juventud, en las que las personas de zonas remotas y pocos recursos reciben los sacramentos, instrucción catequética y alimentos.

Diversas tareas al servicio de Schoenstatt

Algunas de nuestras tareas son menos visibles y, sin embargo, esenciales para el cumplimiento nuestra misión. Tenemos Hermanas que se ocupan de los detalles prácticos de nuestra vida familiar, proporcionan una atmósfera de hogar y de oración en nuestras casas y ofrecen servicios especiales. Esto incluye el trabajo en la sala de costura, la lavandería, la limpieza, la jardinería, el trabajo de traducción, la formación de nuestras Hermanas jóvenes, el cuidado de nuestras Hermanas enfermas y ancianas y muchas otras áreas.

Profesiones seculares y eclesiales

Como Instituto Secular, también trabajamos en una amplia variedad de profesiones que nos permiten llevar el espíritu de Schoenstatt a la Iglesia y al mundo. Algunas Hermanas viven y trabajan fuera de la comunidad como externas, esforzándose por irradiar la imagen de María a su entorno como maestras, enfermeras, analistas de computación, contadoras, profesoras universitarias, coordinadoras de educación religiosa y asistentes en las cancillerías diocesanas, sólo para nombrar algunas. Cualquier tarea profesional en el ámbito secular acorde con la dignidad de la mujer es una posible tarea para una Hermana de María de Schoenstatt.

Oración y sacrificio

La oración y el sacrificio son el fundamento de todo lo que hacemos. Todas las Hermanas asumimos la responsabilidad de rezar y ofrecer actos de amor por la fecundidad de la Obra de Schoenstatt. Las Hermanas de la Adoración – la rama contemplativa de nuestra comunidad – son especialmente responsables de cumplir con esta santa tarea. Además, nuestras Hermanas enfermas y ancianas son los “pararrayos” de nuestra comunidad y de toda la Obra de Schoenstatt a través de sus contribuciones y sacrificios. ¡Ellas son nuestros grandes tesoros!

Todas las Hermanas, con sus dones particulares dados por Dios, contribuyen a la Nueva Evangelización como imágenes de María para la Iglesia y el mundo.