«Ustedes están en el corazón del mundo con el corazón de Dios».
Papa Francisco a los Institutos Seculares
Historia

Dios llama a la existencia a un Movimiento de renovación...
Espiritualidad

La Madre de Dios nos llama a sellar una Alianza de Amor...
Misión

Ser sus ojos, sus oídos, sus manos, su corazón...
Vida

Una camino mariano de nobleza, pureza y generosidad...

Dónde estamos
En el mundo, para el mundo, en todo el mundo

Discernimiento
¿Me está llamando Dios a ser su instrumento?

Noticias, inspiraciones y actividades

GUIADAS POR LA DIVINA PROVIDENCIA
Tres hermanas comparten cómo la Divina Providencia las guio en la búsqueda de su vocación…

El Papa León XIV proclama «Venerable» a Joao Pozzobon
Héroe de Schoenstatt e iniciador del Apostolado de la Virgen Peregrina de Schoenstatt declarado «Venerable»

Coronación de María, Reina Mater Ecclesiae: Un día de gracia y unidad
La Familia Internacional de Schoenstatt corona a María como Reina Mater Ecclesiae en el Santuario Internacional de Belmonte en Roma.

El ideal personal – Mi respuesta personal de amor
«Quiero asimilar una buena idea… y vivirla plenamente…»

Camino de nuestro centenario
Como Hermanas de María de Schoenstatt, nos acercamos al jubileo de los 100 años de nuestra fundación. Los invitamos a unirse a nosotros en oración y a celebrarlo con nosotros.

Preparación para coronar
Los voluntarios de Belmonte preparan la Coronación Internacional de la Virgen en Roma…

Quiénes Somos
El Instituto Secular de las Hermanas de María de Schoenstatt es una comunidad de mujeres consagradas fundada en 1926 en Alemania por el Padre José Kentenich. Estamos al servicio de la misión del Movimiento de Schoenstatt: Un movimiento mariano y apostólico dentro de la Iglesia Católica Romana. En colaboración con las otras comunidades de Schoenstatt, nos dedicamos a la formación moral y espiritual de la persona y la comunidad, especialmente a la educación mariana de niñas, mujeres y familias. Nuestra fuente de vida es la Alianza de Amor con la Madre Tres Veces Admirable, Reina y Victoriosa de Schoenstatt. Unidas a Ella y siguiendo su ejemplo, nos entregamos indivisamente a Cristo a través de una vida de pobreza, virginidad y obediencia.