Regreso al Hogar
El 27 de noviembre de 2021, nuestro Padre Celestial llamó a nuestra querida Hermana M. Daniela Rensing al hogar eterno. Ella murió tranquilamente a la edad de 90 años, después de una vida larga y bendecida.
Primeros Años de Vida
La Hna. M. Daniela nació el 26 de febrero de 1931 en Bocholt, Westfalia, en Alemania. Era la mayor de cinco hijos. Durante su adolescencia se formó el primer grupo de la Juventud Femenina de Schoenstatt en su ciudad natal. Ella se unió a este grupo y más tarde colaboró activamente como dirigente.
La Hna. M. Daniela contó una vez que una de sus tías – quien era miembro de la Liga de las Madres de Schoenstatt- la visitó y le mostró un cuadro pequeño de la MTA en color, explicándole el nuevo tipo de comunidad de las Hermanas de María. Esto causó una profunda impresión en la joven en ese momento. El cuadro pequeño de la MTA colgaba en la cocina de su abuela.
Siguiendo el Llamado de Dios
Eventualmente, la Hna. M. Daniela decidió consagrar su vida a Dios como Hermana de María de Schoenstatt. Recibió su vestido mariano el 4 de septiembre de 1955; y ya en 1956, fue enviada en barco con otras tres hermanas de curso como misionera a Texas.
En Texas, la Hna. M. Daniela tuvo la oportunidad de estudiar para trabajar como técnica de rayos X. También estudió para ser técnica de diagnóstico médico y tecnóloga de medicina nuclear. Mientras estudiaba, tuvo la oportunidad de trabajar en el Hospital Spohn de Corpus Christi de 1958 a 1964.
Al Servicio de los Demás, con un Corazón Maternal Comprensivo
La Hna. M. Daniela trabajó en nuestro hospital de Refugio, Texas, hasta 1974. Durante este tiempo también sirvió como superiora en nuestra comunidad. Como superiora de la casa y durante toda su vida, la Hna. M. Daniela mostró tener un corazón comprensivo con los demás, en particular con las hermanas jóvenes. Admiraba y comentaba sus talentos y las animaba para que lo hicieran aún mejor. También sabía dar consejos y correcciones cuando eran necesarios. La Hna. M. Daniela siempre se preocupó por el bienestar de las hermanas y de la comunidad.
En el otoño de 1979, comenzó a trabajar a tiempo completo para el Movimiento de Schoenstatt. Durante casi 37 años, trabajó con la Liga de la Obra Familiar y la Liga de las Madres, y más tarde también con la Federación de Familias. Era muy dedicada a la gente y a las familias, ofreciéndoles un hogar y un corazón comprensivo. Fue una madre para muchos y sabía acoger a la persona que tenía delante. La gente apreciaba su franqueza y su claridad de ideas. En su trabajo con el Movimiento, daba principios claros y ayudaba a las parejas a crecer en la comprensión mutua. La Hna. M. Daniela pudo guiar a muchas personas en su camino espiritual. Incluso diáconos y sacerdotes acudían a ella en busca de consejo.
Un Sí Dispuesto y Agradecido en Todas las Situaciones
Después de terminar su tarea oficial en el Movimiento en 2016, permaneció en Lamar, donde continuó ayudando con los retiros y las actividades del Movimiento. En 2017, cuando el huracán Harvey azotó y dañó gravemente a la casa provincial antigua y ésta tuvo que ser desalojada, la Hna. M. Daniela, junto con algunas otras hermanas, fue trasladada a nuestra casa provincial en Waukesha. Este cambio repentino y abrupto no fue fácil para ella. Pero a pesar del gran sufrimiento, ella vio la mano amorosa de Dios detrás de esto y pronunció su valiente sí. Se entregó de lleno a la situación nueva con mucho amor y alegría.
Agradecemos por el ejemplo radiante de la Hermana M. Daniela, y por el regalo que fue para nuestra comunidad de hermanas y para las muchas personas a las que sirvió a lo largo de su vida. Que descanse en paz.