¡Pronto Comienza una Nueva Serie!

Hna. M. Emily Kenkel

Abran sus corazones – ¡Algo bueno viene a su encuentro!

En pocos días estaremos comenzando una nueva serie de publicaciones mensuales en nuestra Página Web con el título Rezando con el Padre Kentenich. Dado que la oración es un elemento tan esencial del discernimiento vocacional, la serie está destinada a ayudarte a descubrir el rico contenido que se esconde detrás de las palabras de nuestras oraciones, algunas conocidas en nuestra tradición católica y otras compuestas en los tiempos modernos por el Siervo de Dios, Padre Joseph Kentenich.

La Riqueza de la Oración

A través de las edades, los santos han compuesto hermosas oraciones y nos han regalado muchos pensamientos sobre el valor y el sentido de la oración. San Agustín dijo, por ejemplo: “La oración es la llave que abre el cielo; los favores que pedimos descienden a nosotros en el mismo instante en que nuestras oraciones ascienden a Dios.” San Francisco de Asís nos dice: “La alegría espiritual surge de la pureza del corazón y de la perseverancia en la oración.” Más recientemente, el Papa San Juan Pablo II nos regaló las inspiradoras palabras: “La oración nos da fuerza (para esforzarnos) por los ideales, para mantener nuestra fe, caridad, pureza, generosidad; La oración nos da la fuerza para levantarnos de la indiferencia y la culpa, si hemos tenido el infortunio de caer en tentación y debilidad. La oración nos da luz para ver y juzgar desde la perspectiva de Dios y de la eternidad.” Y Santa Teresa de Calcuta dijo: “Dios nos ha creado para amar y para ser amados, y esto es el comienzo de la oración – saber que él me ama, que he sido creada para cosas más grandes.”

La Oración: Cultivando una Relación Personal

El Padre Kentenich, también entendió el significado y el valor de la oración para nuestras vidas como Cristianos. Le gustaba utilizar imágenes para ayudarnos a entender de manera sencilla su significado, por ejemplo, él decía: “Rezar significa ascender a las alturas, hasta el corazón de Dios, como un decidido alpinista.” Un aspecto de la oración que el Padre Kentenich enfatizaba especialmente, es que ésta debe ser personal. Se necesita que la persona con quien hablamos en oración– sea con el Padre Dios, con Cristo, con el Espíritu Santo, con la Santísima Virgen, o con uno de los santos –la experimentemos muy real, muy cercana, muy presente para nosotras; entonces la oración permeará cada aspecto de nuestra persona y de nuestra vida. El Padre Kentenich dijo, por ejemplo: “Se trata de hablar de manera personal. ¿A qué clase de hablar nos referimos? Puede ser un hablar verbalmente, pero no tiene que ser así. Pero si es un hablar verbalmente, esta forma de hablar debe conectar, generar, despertar, aumentar, y profundizar el hablar con el corazón y luego, el hablar con la vida.” Esta visión de la oración se hace visible en todo lo que el Padre Kentenich enseñó sobre la oración tradicional de la Iglesia y en las muchas oraciones que él mismo compuso.

La Oración y el Discernimiento Vocacional

Todas estas palabras tan profundas procedentes de los corazones de estos hombres y mujeres santas, sin lugar a duda, nos mueven a profundizar nuestra vida de oración mientras discernimos cuál es la vocación de nuestra vida. Cuando desarrollamos una relación profunda con Dios en la oración, nos hacemos más capaces de escuchar su voz y de comprender su voluntad para nosotras. Al mismo tiempo – y aún más importante – crecemos en amor por él, y este amor nos hace capaces de cumplir sus deseos. El darnos cuenta de cuánto nos ama Dios, nos motiva a responderle amándolo con todo el corazón, aun cuando nos cueste sacrificios, aun cuando nos cueste enfrentar nuestros miedos, aun cuando signifique dar un salto mortal hacia un futuro incierto.

Las invitamos a profundizar en esta nueva serie Rezando con el Padre Kentenich. Puede que quieran reservar algún tiempo de silencio para leer los artículos individualmente según se publiquen; serán de mayor beneficio para ustedes si lo hacen a modo de una reflexión y estudio meditativo. Nuestra esperanza es que ustedes encuentren una manera personal de profundizar en su vida de oración, de tener una relación íntima con Dios, para que la búsqueda de su vocación sea una marcada por una fe firme, una confianza audaz, y una alegría profunda.

* * Las citas de los santos están tomadas de https://www.azquotes.com/