Por María Francisca Barbé Gerschberg, Chile
En junio partí rumbo a Estados Unidos, ya que quería conocer la famosa “tierra del exilio” donde vivió por 14 años el Padre José Kentenich. Me comentaban que era un lugar lleno de gracias, muy especial, rico en historia y donde la presencia de María y el Padre Fundador se perciben fuertemente. Mi estadía fue por un mes en el centro de retiros en Waukesha (Wisconsin, EUA): un amplio campo verde con una vegetación increíble que te llena de paz, silencio y tranquilidad, y donde realmente el corazón se va transformando a través de las gracias que María te va entregando.
Se siente que es un lugar lleno de gracias y donde se respira mucha paz, no solo por la presencia del Santuario, sino también por sus amplios caminos con una perspectiva infinita, el color verde de los pinos, las Hermanas de María que ves o los peregrinos de las convenciones que se realizan… Cuando caminas por el centro, puedes ir reconociendo rincones que sin duda te harán recordar el Santuario Original en Alemania o el Santuario de Bellavista en Chile, y debe ser así porque convergen en nuestra Madre Tres veces Admirable, que irradia y transforma tanto el lugar físico como también cada corazón que toca.
Tuve el regalo durante mi estadía de poder participar de una jornada llamada «Time Off» junto a jóvenes de México y Puerto Rico. El objetivo principal de esta jornada fue salir de la zona de confort y la rutina diaria; y al mismo tiempo, junto con el corazón dispuesto y los sentidos bien despiertos, escuchar a Dios en nuestra alma.

Este programa fue dirigido por dos Hermanas de María: Hna. María José y Hna. Gabriela María. Ellas lideraron este tiempo de una manera original, entretenida y dinámica, para que fuera un tiempo perfecto para todas las que participamos. Fue una jornada de formación y crecimiento personal, donde cada día se discutía una temática distinta desde la perspectiva de la espiritualidad de Schoenstatt. Y es aquí donde presenciamos que, a pesar de esta confluencia cultural, la pedagogía del Movimiento de Schoenstatt se mantiene arraigada y firme en cada una.


Este tiempo no fue solo para los talleres, sino también para conocer la historia y los lugares característicos del Movimiento, como el Santuario del Exilio, el de Madison, la ciudad de Milwaukee, el Lago Michigan, etc. También tuvimos paseos culturales que transformaron este tiempo en un espacio perfecto para el alma.
Se dice que las Hermanas de María tienen un carisma que las hace especiales y creo que independiente del país donde te encuentres con ellas, irradian a una pequeña María en la tierra. No me queda más que agradecer a la comunidad de las Hermanas en Waukesha (Wisconsin) por mi estadía en el centro. Fue un tiempo perfecto y un regalo de Dios inmenso.
Muchas gracias,
María Francisca Barbé Gerschberg
Chile
Agosto 2023